¡No es porque no podemos juntarnos para hacer ejercicio que debemos parar de movernos de manera inteligente!
Desde el principio del confinamiento de marzo 2020, dos veces por semana, y mandando los vídeos a quien no puede estar online, propongo clases de movimiento terapéutico.
Al principio, me costo. Pensaba que no era algo hecho para mí, esto de vivir online, de depender de la tecnología, de estar frente a una cámara, y de mirar a mis alumnas y alumnos sin poder tocarles. Sin embargo, poco a poco, me di cuenta de los progresos que hacían por el mero hecho de practicar dos veces por semana (cosa que muchos de ellas y ellos no podían hacer cuando venían a clases presenciales por los tiempos de desplazamiento).
Decidí seguir online después del confinamiento, con unos talleres en “carne y huesos” para poder encontrar a quién tenía ganas de relación directa. Ahora cuento con horas y horas de videos de clases impartidas en todos los climas que hemos atravesado desde el año pasado, con todos los matices emocionales por las cuales hemos pasado también.
Propuse talleres de los métodos de Blandine Calais-Germain, Abdominales sin Riesgos(R) y Periné y Movimiento(R), talleres de cuidado de las manos, del cuello, talleres para tonificarnos sin hacernos daño. Y sigo con estas citas bisemanales a las cuales todas y todos pueden participar donde quieran, con una simple conexión internet; motivo por lo cual las clases se han hecho internacionales. A lo largo de los meses, grabe las clases para quién o podía estar asistiendo en directo o para quien quiera repetir la sesión en otro momento.
Si estamos cada día más frente a una pantalla, ¡qué por lo menos ésta nos procura salud y bienestar!
¡Y esto son las citas que les propongo!