Movimiento terapéutico
El objetivo es que cada individuo vaya creando su experiencia de movimiento sin dolor, y así despertar las facultades de autoaprendizaje, en clase y en el día a día.
¿Cómo nació?
El método del Movimiento Terapéutico nació de la necesidad de encontrar un proceso para recuperar, ganar o descubrir la confianza de uno hacia su propio cuerpo, y recuperar su integridad cuerpo-mente.
Así terminamos con esta separación dualista y dejamos de ver nuestro cuerpo como una fuente de sufrimiento: a pesar de estar limitado, algo aún se mueve sin dolor, y este algo nos lleva a más.
¿Para quién?
Para TODOS.
- Personas que no sufren de nada y quieren explorar sus sensaciones y conocer mejor su cuerpo.
- Personas con dolores que quieren volver a moverse a gusto.
- Personas con insomnio, estrés, ansiedad, y estados de ánimo decaído que necesitan volver a tener el placer de moverse.
Se imparte en clases individuales y grupales, semanales y en talleres temáticos.
El Movimiento Terapéutico ES
- Un proceso del movimiento mientras se crea
- Una manera de hacer las cosas : el “cómo hacer un gesto”, no importa cuál
- Una tonalidad, un matiz para hacer lo que hacemos siempre, en el día a día, pero desde una perspectiva fisiológica
- Una investigación en acto: las clases se van adaptando a las capacidades y necesidades de los alumnos, se van creando en el momento, en función y para estas precisas personas presentes en el momento
- Un descubrimiento de nuestra riqueza motora y sensorial
El Movimiento Terapéutico NO ES
- Un protocolo de movimientos
- Una combinación de movimientos o tipos de movimientos específicos
- Una rutina de gimnasio
- No son clases encorsetadas, no son iguales todos los días para todos los públicos
¿Qué aporta?
Movimiento Terapéutico es una exploración de las capacidades y limitaciones de nuestro cuerpo desde él mismo (sin mirar los movimientos que otra persona, un modelo, un profesor, estaría haciendo).
De esta forma descubrimos la representación motora, sensorial y conceptual que tenemos de nosotros mismos. Y, teniéndola consciente, la podemos modificar.
Tendemos a paralizarnos por el sedentarismo de nuestras vidas y/o por dolores.
Moviéndonos dentro de unas amplitudes que nos lo permiten, aunque estén mínimas en un principio, volvemos a sentir el bienestar y la alegría del movimiento.
Cuando somos ya muy activos físicamente, Movimiento Terapéutico ayuda a ganar fluidez.
Aprendemos a activarnos de formar respetuosa y fisiológica para nuestro cuerpo, autocuidándonos.
Optimizamos el movimiento porque lo entendemos, y nos empoderamos de nuestra salud.
Así salimos del estancamiento físico y psicológico que conllevan los marcos de dolor: de pasivos nos volvemos activos.
La prevención se hace intervención.
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